Qué la vida transcurra
como brisa en primavera
con ese suave perfume
que en sus brazos despliega
Qué se funda en el abrazo
del encuentro cotidiano
con quienes en el devenir
de los días nos cruzamos.
Qué nos remonte en su vuelo
con su mágica sonrisa
llenando el alma de experiencias
y el corazón de alegrías
Y en los días que cansada
sea viento o tempestad
nos encuentre con la firmeza
de un roble en sus raíces
en cuyas ramas aniden
las aves amigas
que en el correr de sus días
nos regalen su trinar.
Mónica Gribaudi