Apostemos a ser soles
a estirar nuestros brazos
cual rayos de energía
y abrigar el corazón
de los seres que amamos.
Apostemos a ser lunas
a brillar en las noches del alma
e iluminar el camino
de quienes nos necesitan.
Apostemos a la sonrisa
a la palabra amable y cálida
porque no a la amistad
y al abrazo cotidiano.
Apostemos por nosotros
por nuestra gran familia
persigamos nuestros sueños
y ojalá nuestro camino
este plagado de soles y lunas
y nunca falte en él
la luz y el calor del amor.
Mónica Gribaudi
