La última noche del mundo
Escucho tus carcajadas, la venganza se instaló en tu boca, escupes, chorreas lava por las comisuras de tus labios, gritas incoherencias mientras todos corren.
Era lo que esperaba... Te defiendes...
Acumulaste años tras años nuestras injusticias, volcamos dentro de ti nuestra crueldad, en algún momento no podrías aguantar mas, gigante herido que nos atacas con todo tu ser, nos lo merecemos.
No debió ser de otra forma nuestro final...
Es una noche tan fría que no alcanzan los leños y las cobijas para calentar el cuerpo y tiembla desde el alma nuestra humanidad, no alcanza ya con el arrepentimiento, hubo tiempo de sobra para arrepentirse, ahora solo nos queda soportar y resistir, aunque sé que es en vano, lo presiento en mis entrañas, el final se acerca, nuestro planeta por fin reclama.
Afuera es un caos, la energía eléctrica no funciona, la central sufrió un problema a causa del terremoto, la tormenta sigue sobre nosotros, hay varias zonas inundadas.
El viento se lleva los techos de las casas, puedo sentir los gritos de mis vecinos pidiendo ayuda.
Me abrazo a mis hijos que lloran, otra vez se mueven las cosas, se nos cayó el mueble del baño al piso junto con otros muebles, incluso una parte de la pared de la cocina. Nos refugiamos dentro del ropero y Luis está tratando de clavar una madera en la ventana cuyo vidrio rompió el viento.
No quiero pensar en lo peor, pero es inminente una desgracia, oramos y le pedimos a dios que nos ayude, no hay donde esconderse, solo nos queda éste, nuestro refugio, pero se cae a pedazos por la tormenta y los movimientos de tierra, por ahora no llegó el agua a nuestra puerta, falta poco.
Todo fue tan rápido que ni tiempo tuvimos de guardar alimentos,¿qué les voy a dar de comer? Por dios!!!
Tengo miedo...
Mónica Gribaudi
Mónica Gribaudi
La madre naturaleza se cansó de nosotros... Ya era hora.
ResponderBorrarMuy buen relato, Mónica. Un gran mensaje.
Un saludo!
Hola Federico,
Borrarcreo que en algún momento la naturaleza se tiene que revelar.
Muchas gracias por tu comentario, te envío un abrazo.
Excelente relato, muy descriptivo y atrapante
ResponderBorrarHola Jorge, muchas gracias por tu comentario.
BorrarTe envío mis saludos
Saludos, buen relato, aleccionador que recuerda lo mal que hemos tratado a nuestra madre Naturaleza y sus graves consecuencias. Éxitos!
ResponderBorrarMery,
Borrarmuchas gracias y es cierto, creo que ya es hora de que tomemos conciencia de que estamos haciendo las cosas mal.
Qué angustia... un relato que atrapa y más cuando es la Tierra quien reclama. Me gustó, felicidades por el texto, un saludo!!
ResponderBorrarSonia,
BorrarTe envío un abrazo, muchas gracias por estar ahí y leer mi texto.
Saludos
Gran situación de pánico y muy real. Me recordó a la gente que me habló del terremoto de México de 1985, espeluznante! Muy bueno Mónica, un abrazo
ResponderBorrarHola Ana,
Borrardebe ser espantoso estar en una situación así, muchas gracias por tu comentario.
Te envío un abrazo.
El primer párrafo es brutal. Muy buen ritmo narrativo. Un relato buenísimo. Saludos.
ResponderBorrarRicardo, muchas gracias por tu comentario, es muy alentador.
BorrarSaludos
Gran relato Mónica! Creo lo mismo que Ricardo sobre el primer párrafo y la escena intimista de la familia ante el fin que se avecina es desolador, enhorabuena, un abrazo!
ResponderBorrarMuchas gracias por tu comentario Edgar, te dejo un abrazo.
ResponderBorrarUn relato genial.
ResponderBorrarMe ha encantado.
Un abrazo.
Hola Lucía, me alegro mucho y gracias.
BorrarTe envío un abrazo.
Lo que es una madre, Mónica, que hasta a las puertas de la muerte lo que más teme es no poder dar de comer a sus hijos. Estupendo relato, Mónica. Abrazos
ResponderBorrarMuchas gracias!!! Te dejo un abrazo.
BorrarGaia se queja, se retuerce y hace temblar a la Humanidad por todo el Dolor que le ha provocado... Comprensible, compasiva y vengativa Madre Tierra...
ResponderBorrar¡Genial relato Mónica!
¡Besis! ;)
Gracias!!! Besos
BorrarNo me extraña que desatemos su ira. Muy buen relato, muy descriptivo. Un abrazo
ResponderBorrarMuchas gracias Mercedes, saludos.
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