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martes, 11 de diciembre de 2018

Ausencias


Uno enfoca el pasillo
por el que tendrá
que pasar algún día
mide los espacios vacíos
con aquellas ausencias
de los seres que amamos
y ya no podemos abrazar
entonces el dolor
se instala en el alma
como un enemigo más.

Uno trata de alcanzar el horizonte
por el que alguna vez salió el sol
pero esas nubes profundas 
inundadas de tristezas 
impiden ver el nuevo amanecer
es que la oscuridad se instala en el alma
cada vez que decimos adiós.

-Hasta mañana si dios quiere-
decías.
Hasta mañana querido Buby
así lo siente mi corazón.

Mónica Gribaudi

miércoles, 10 de octubre de 2018

Mi ropero



Me introduzco en él, guardando en su pequeño espacio mi sustancia, desmembrándome para acomodar prolijamente cada una de mis partes.
Lo primero que me quito es la piel la que cuelgo cuidadosamente en una percha casi siempre al lado del vestido rojo aquel que tantas veces la vistió sensual y esclava del deseo.
Luego guardo en un cajón mis ojos, envueltos en aquel pañuelo que perteneció a mi abuela, el que siempre me acompaña cada vez que me invaden los recuerdos.
Mis pies cansados los acomodo en el estante de los zapatos, preferentemente cerca de aquellos más gastados, fieles compañeros de caminos recorridos.
Logro separarme de mis manos las que quedan guardadas en el bolsillo agujereado de aquel saco viejo proclives a resbalarse sin poder ceñirse a nada y entonces, me quedo ahí, acurrucada en la oscuridad total donde el tiempo parece detenerse y el mundo que está afuera parece tan lejano.
Me llega el aroma cítrico del incienso, el olor de la ropa limpia, y el perfume de las prendas usadas.
Hoy en ningún momento tengo miedo a este vacío, me dan ganas de quedarme aquí un buen rato, me es posible escuchar lo que pienso, me brinda la oportunidad de la soledad, esa soledad austera en la que no necesito caricias y no necesito ver, ni tener mis manos en movimiento.
Esa soledad sedentaria que me estanca al ropero para poder estar conmigo, ésta soledad que disfruto a veces.
Ésta; mi soledad.
                                                Mónica Gribaudi

lunes, 16 de julio de 2018


Camina descalza  la pradera
el verde acaricia los pies
que recorren su velo
como si flotaran en el aire.

Aveces es un barco
de papel que navega
en un mar de esperanza
que parece no tener orillas.

Mientras sus lágrimas escurren
la espuma qué blanquea 
en las costas del alma
tras las olas que golpean sin tregua. 

Y de apoco puede
dibujar el horizonte ,
escribiendo cada paso
con el puño firme
y firme el trazo del camino
que sediento
bebió incansable
hasta su último suspiro.

Hoy ve a través de su sombra,
tan negra,tan espesa
claramente la lluvia y la niebla
parecen ir de su mano
como una tempestad
que  de apoco se convierte en brisa
y acaricia la roca,
la misma roca 
a la que alguna vez golpeó.   


                   Mónica Gribaudi                

martes, 5 de junio de 2018

Soy

Soy la nada
en el silencio 
de la noche
una gota 
de esta lluvia
evaporándose
en las horas
de unos días 
que recorren
la impotencia
de querer ser
mas brillante
que la aurora.

Soy el eco
de una voz
omnipotente
lastimada 
al verme ahí
equivocada
dando vueltas
insolente
en la nube
arrastrada
por un viento
hacia la muerte.

Soy el todo
por el cual
rezan mis horas 
por levantar
la mirada
al horizonte
y algún día
poder ver
solo sonrisas
donde ahora
solo hay 
tristes mortajas.

Y te busco 
oh Dios!
¡sí que lo hago!
sin saber
porque lloran
mis mañanas
en la soledad
de un árbol
que se seca
y un niño
que en él trepa
atraído 
por su magia.

Mónica Gribaudi

martes, 3 de abril de 2018

Lo que quiero para ti

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Te imagina árbol mi corazón,
estirando los brazos
en el amanecer de tu vida.
Te veo crecer con esa inquietud
de alcanzar la luna con tus ramas
Quisiera ver grabada en tu madera el tesón
por alcanzar tus sueños 

Crece hijo, crece!!!
Algún día soplará muy fuerte el viento,
poniendo a prueba tus raíces.

Te imagina árbol mi corazón,
estirando los brazos
llenándote de hojas frescas.
Te veo crecer con esa inquietud
de acaparar el mundo bajo tu copa
de forjar tu propia simiente
y se que muy pronto partirás
a buscar otra pradera en donde
alimentar tu savia que amanece

Crece hijo, crece!!!
Que tengas un corazón sincero
donde orgullosa anide tu alma.
Y felices tus días alcancen el sol
y tu fe y amor construyan mañanas.

Crece hijo, crece!!!
Llevando en tus manos
el corazón de esta madre
que siempre velará por ti,
con la promesa de encontrar
en mi, refugio,
cuando tus pasos necesiten
donde descansar.

Mónica Gribaudi



miércoles, 14 de febrero de 2018

Brindis lunar!!!

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La luna saborea su banquete
de sueños y quimeras
el amor cumple lo pactado
se cita por la noche
en una esquina cualquiera.

La luna brinda en su copa
de emociones placenteras
por el beso apasionado 
de esos seres que se entregan.

Va iluminando el camino
con luz tenue y lisonjera 
buscando siempre la escusa
para que la intimidad suceda
y en esas noches soñadas
hermosas noches  que despierta
cobrando vida en los suspiros
vibrando feliz, inquieta
una y mil veces ¡ohh luna!
de mi alma te apoderas.

Mónica Gribaudi

viernes, 9 de febrero de 2018

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Tan torpes fueron 
los corazones que te rodearon
que no supieron transmitirte amor
y esas manos duras, 
¡pobres manos! jamás pudieron 
sostenerte en un abrazo...
Te conozco bien,
 te vi varias veces 
acurrucarte en las noches
 tratando de conciliar el sueño.
Te encontré tantas otras
 hablando sola y lamenté tanto 
no tener respuesta a tus preguntas.
Dime; ¿Qué quieres escribir?  
Tus versos insoportables asfixian
 al contacto con el alma,
 oscurecen las horas, amedrentan la calma.
Tu vida, cruel parásito,
 se alimentó tantas veces de mi ser,
 consumió hasta la raíz de días incontables,
 en los que arrasaste junto al tiempo 
una juventud vacía de esperanzas.
Y ahora, ¿Qué pretendes? intentaré dejarte ir
Pero sabes, me acostumbré tanto a ti 
 a tu agria compañía, 
que no se vivir de otra manera, 
mis pasos huyen del tumulto sonoro,
 de la risa compartida en una tarde de amigos,
 de la palabra cariñosa
 del amor golpeando la puerta.
Tengo miedo de los ojos
que me miran sonrientes
y de aquellos que ardientes me niego acariciar
esquivo entonces la mirada
y me refugio en tu ambiente
ese oscuro silencio que siempre huele a ti...  Soledad.


Mónica Gribaudi

viernes, 2 de febrero de 2018

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Déjame callar mis silencios 
hasta que estos barrotes 
que acalambran mis alas, cedan.

Déjame cerrar los ojos 
hasta que pueda ver
sin que me encandile la urbe..

Hoy quiero otra vez escuchar
mis voz interior .

Aunque sea por un rato nada mas
quiero saltar al vacío de mi soledad 
y acunarme en su compañía.

Deseo encerrarme en mí
verme por dentro,
tal vez allí
 en la  hondonada 
de mis emociones,
me hable ella...
en mis versos. 

Mónica Gribaudi

miércoles, 31 de enero de 2018

Imagen relacionada

Horizonte colorido
tan lejano de mis manos
hoy percibo los colores 
de tu sol que me acaricia,
poesía  inaccesible  
que alguna tarde 
quisiera leer.

Quizás sea en invierno
cuando la soledad me alcance
y dormido el jazmín me ignore
y necesite el olor a ti.

Tal vez en la primavera
cuando perciba en el aire
ese clamor del ser 
por compartir el amor.

O una noche de verano 
caminando por la rambla
mientras escucho el sonido
que dibujas en el mar.

O en algún otoño, de esos,
en el que te encuentre 
entre tus trastos viejos
con el pincel y tus vicios
y tal vez,
pensando en mi. 


Mónica Gribaudi