Uno enfoca el pasillo
por el que tendrá
que pasar algún día
mide los espacios vacíos
con aquellas ausencias
de los seres que amamos
y ya no podemos abrazar
entonces el dolor
se instala en el alma
como un enemigo más.
Uno trata de alcanzar el horizonte
por el que alguna vez salió el sol
pero esas nubes profundas
inundadas de tristezas
impiden ver el nuevo amanecer
es que la oscuridad se instala en el alma
cada vez que decimos adiós.
-Hasta mañana si dios quiere-
decías.
Hasta mañana querido Buby
así lo siente mi corazón.
Mónica Gribaudi
Triste y bello poema. Me has conmovido.
ResponderBorrarUn saludo, Mónica!
Muchas gracias Federico, Saludos y que gusto tu visita por mi blog.
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