Translate

martes, 24 de febrero de 2015

CONCURSO DE RELATOS "LA ÚLTIMA NOCHE DEL MUNDO" de El Círculo de Escritores




La última noche del mundo




Escucho tus carcajadas, rompes los vidrios con tu estruendo, lastimas los oídos, provocas pánico y ríes cada vez mas fuerte, inmune al  vernos morir.
Escucho tus carcajadas, la venganza se instaló en tu boca, escupes, chorreas lava por las comisuras de tus labios, gritas incoherencias mientras todos corren.
Era lo que esperaba...   Te defiendes...
Acumulaste años tras años nuestras injusticias, volcamos dentro de ti nuestra crueldad, en algún momento no podrías aguantar mas, gigante herido que nos atacas con todo tu ser, nos lo merecemos.
No debió ser de otra forma nuestro final...
     
   Es una noche  tan fría que no alcanzan los leños y las cobijas para calentar el cuerpo y tiembla desde el alma nuestra humanidad, no alcanza ya con el arrepentimiento, hubo tiempo de sobra para arrepentirse, ahora solo nos queda soportar y resistir, aunque sé que es en vano, lo presiento en mis entrañas, el final se acerca, nuestro planeta por fin reclama.

   Afuera es un caos, la energía eléctrica no funciona, la central sufrió un problema a causa del terremoto, la tormenta sigue sobre nosotros, hay varias zonas inundadas.
     El viento se lleva los techos de las casas, puedo sentir los gritos de mis vecinos pidiendo ayuda.
Me abrazo a mis hijos que lloran, otra vez se mueven las cosas, se nos cayó el mueble del baño al piso junto con otros muebles, incluso una parte de la pared de la cocina. Nos refugiamos dentro del ropero y Luis está tratando de clavar una madera en la ventana cuyo vidrio rompió el viento.
No quiero pensar en lo peor, pero es inminente una desgracia, oramos y le pedimos a dios que nos ayude, no hay donde esconderse, solo nos queda éste, nuestro refugio, pero se cae a pedazos por la tormenta y los movimientos de tierra, por ahora no llegó el agua a nuestra puerta, falta poco.
Todo fue tan rápido que ni tiempo tuvimos de guardar alimentos,¿qué les voy a dar de comer? Por dios!!!
Tengo miedo...

Mónica Gribaudi

miércoles, 18 de febrero de 2015

Amada prisión




Y es allí
donde despierta la noche
y es allí
donde sucumbe mi calma
donde detienes mi aliento
justo ahí
cuando me amas

Y es allí
donde renuncio a mi decencia
en cada rincón de tu ser
que me atrapa.
¡Amada prisión!
¡Bendita cadena perpetua!
Es para mi tu cuerpo
cuando me abrasas.




Mónica Gribaudi 

martes, 10 de febrero de 2015

Poema de mi autoría, publicado en la antología "La poesía encantada pero despierta"
de José Beltrán Peña  (En Perú)
Un agradecimiento muy grande a mi amiga Norma Maquilón, dado que este es mi primer poema publicado y fue ella quien lo hizo posible.


Mujer que tienes el don
de acariciar el día con tus manos,
cada suspiro es un pedazo de ti que huye,
cada gemido que escondes
grita en algún lugar de tu alma,
te robaron en nombre de un mal amor    la calma
y a pesar de todo eres capaz de disimular
ante esos seres que más amas.

Mujer, caminas con dificultad entre las púas del alambrado,
tus lentes negros aunque no hay sol
gritan en mis retinas tu tormento,
eres el miedo hecho carne y hueso,
escurres desde tus venas impotencia y desconcierto
y aun así eres capaz de robarle una sonrisa al viento.

Mujer, eres el reflejo al que le teme la noche,
la excusa perfecta, el chivo expiatorio,
ya es hora de que digas ¡BASTA!
Existe el mañana… 
                                ¡VE POR ÉL!


Mónica Gribaudi
  
   





El tiempo nunca, nunca se asocia conmigo.
Pasa lento cuando quiero que corra,
y apura el paso cuando intento detenerlo. 
Aveces me desespero, inoportuno avanza, ligero.
Y oculto tras mi reloj mueve sus agujas riendo.
Escucho sus carcajadas, eterno tic tac
que perfora el silencio.
Todo acontece a su antojo y ante el me doblego.
¡Malditas sean las horas que se escurren
como agua entre mis dedos!
Anunciando que se termina, que es tarde,
que envejezco.



                                                                                     MÓNICA GRIBAUDI 
                                                                                              
  



Ave liberada

Prisionera en mis entrañas
la escuchaba,
la sentía revolotear  
y cantar
sabía que quería volar,
no sabía                                                              
cómo dejarla ir.                                                                                                        


Una noche la liberé                                                                                              
bajo una luna que sonreía,                                                                                   
y así fue que voló mi ave                                                                                      
mas allá de mi horizonte                                                                                     
transformadosé en POESÍA                                                                                  


Mónica Gribaudi 

jueves, 5 de febrero de 2015


No se puede encerrar a la luna,
justo ahí morirían los sueños,
quedaría entumecida la noche
y el amor no podría volar.

Quedarían solos los amantes,
vagarían sin destino los días
y para mi alma no sería lo mismo
ver en prisión su brillar...

     Mónica Gribaudi
         Uruguaya





miércoles, 4 de febrero de 2015

Pregunto...

Pregunto...

Hoy me enfrento al monitor con mis manos llenas de tristeza, las teclas saltan desganadas y las letras negras como mi esperanza se esparcen torpemente ante mis ojos, ignorando la coherencia que yo les quiero imponer.

Hoy me enfrento a un almanaque que me odia, las cruces que tachan uno a uno sus días que como pétalos muertos se fueron deshojando de mi vida, se clavan en mis pupilas haciéndolas sangrar…    lágrimas que no cesan de salir.

Hoy me enfrento a una foto, aquella en la que sonreíamos, hoy es la soledad quien se ríe de mí.

Desde que te fuiste todo me cuesta, la belleza del mundo, la sonrisa ajena, la suave brisa primaveral azota mi pecho como una fuerte tormenta     .
Aprendí a vivir desnuda de voluntad, y es ese nudo que aprieta y esta mordaza quienes ahogan mis suspiros… y mis palabras.

¡Oh! eres tu amigo sueño mi única alegría, me aturde la sola idea de despertar cada mañana, de descubrir otra vez en el espejo el rostro de una vida vacía,  de querer escuchar  palabras perdidas en el recuerdo y de abrasar una imagen que se esfuma entre mis brazos.


¿En qué se convierte el amor cuando duele tanto?