Tu esencia es el principio de
mi fin.
Atrevida mi presencia te recorre,
como si no hubiesen más mañanas
para compartir
y con el corazón descalzo y
desprolijo
busco sin permiso en tu torrente
ese sentir...
Aquel leve suspiro, esa señal
que me sujeta para siempre
a ese espacio que genera
la vibración de tu piel,
en mi piel ya sin nombre.
Mónica Gribaudi